Urgencia, precisaba un desatasco en la tubería

No se imaginan la pesadilla de lo que viví, nunca pensé que una simple lluvia podía llegar a ser tan destructiva, menos aquí en Madrid. Acostumbrado a ver inundaciones en otras partes del globo, sentía que cualquier situación similar no me sucedería jamás, pero ahora cada vez que enciendo el televisor y veo alguna de esas noticias me siento plenamente identificado.

Era temporada de lluvias, así que no me sorprendió que llueva todos los días: al salir del trabajo, a la vuelta, al mirar tele, estando en el ordenador, y hasta cuando me dormía seguía el sonido sonido de la lluvia. Lo que no preví era la cantidad de basura que se iba acumulando en los drenajes, "Se debe ir todo por la cañería" -pensé-, qué iluso que fui.

Salí como todas las mañanas a trabajar; llovía como era de esperarse. Después de una jornada laboral sin accidentes o algo relevante para contar, salimos con la gente de la empresa a un bar cerca de nuestro trabajo, algo que hacemos habitualmente; pero ésta vez la reunión se extendió a tal punto que decidimos quedarnos a comer y seguir platicando hasta la noche.

A la vuelta a casa seguía lloviendo, pero no me sorprendió; así debía suceder. El reloj me daba la 1 am en punto cuando llegué. Nada me preparó para el espectáculo que presencié: Se me había inundado la casa. En la desesperación luego de tratar de salvar los muebles, no tenía idea de lo que podía hacer o donde encontrar ayuda.

Por suerte existe un servicio de limpiezas y desatascos que atiende las 24 horas al día. No dudé en llamarlos y para mi sorpresa en vez de que me atienda un contestador automático, me atendió una persona de carne y hueso (Sí, a la 1am!) con quién no tardé en comunicarle mi situación. Acto siguiente llegó el camión de la compañía y se dispuso a hacer su trabajo.

Si bien el único daño que se causó, es que se me mojen un par de muebles, la sensación de impotencia al ver todo bajo agua es algo que no quiero sentir nunca más, pero por suerte la empresa de desatascos , la cual contraté me ofrece una garantía de su trabajo, lo que me deja tranquilo: la pesadilla no volverá a repetirse.